Desasosiego otoñal

Será con la llegada de Noviembre, por esas fechas que te ponen melancólico al recordar a personas que has querido y aún quieres pero que no están junto a ti, o por el intenso frío, pero este mes me ha calado con un desasosiego inusual.

Tuve la oportunidad de seguir una cierta polémica surgida por los datos publicados en “Faro de Vigo” que salpicaron a una persona de la vida política de nuestro municipio. No quiero entrar en absurdas polémicas, pero creo que la vida personal de cualquier persona no se debe mezclar con la vida pública, a menos que sean hechos de una suma gravedad, que no es el caso. ¿Se puede criticar y desacreditar a una persona porque le haya ido mal en los negocios o en la vida en general? ¿Esa mala fortuna la desacredita para desempeñar una vida pública?. Yo creo que no, y respecto a lo de criticar, se puede, pero no se debería. No estamos hablando de asesinato, pederastia, narcotráfico y demás detestables procederes, estamos hablando que a una persona le ha ido mal, la fortuna le ha dado la espalda, y eso no es para crucificar a nadie, incluso aunque no nos guste su proceder.

También entiendo que si a mi me sucediese algo igual y fuese político (Dios me libre de ambas cosas), yo daría un paso al frente y diría “me ha ido mal, ¿qué pasa?, cien veces caeré y cien veces me levantaré, a lo mejor por dedicarle tiempo y dinero a la política, a servir a mis ciudadanos, abandoné mis negocios, mi vida y mi familia. Pues no pasa nada, apretaré los dientes y saldré adelante, ¿Cuál es mi delito?”.

A ver si ahora nos vamos a dedicar a quemar indigentes por ser pobres, ya bastante tienen con lo suyo.

Yo no creo en los políticos, por lo menos en la inmensa mayoria, pero creo en las personas, en la presunción de inocencia, y desde luego que atacaría al que incrementa su patrimonio estando en política, no al que lo pierde.

Yo creo que se debe trazar una línea y que no todo vale, que no debemos asirnos a la teoría de la conspiración, que cuando no podemos explicar algo hacemos culpable de nuestros males a cualquiera y con cualquier excusa. Si un político no rinde en su trabajo, caña, que se aprovecha de su status para hacerse una casita ilegal o tapar la que ya tiene, caña, si ayuda a los que hacen las cosas de cualquier manera, caña, pero a su actuación política.

Otro desasosiego profundo me lo ha producido la declaración del presidente de la AAVV de Dorrón “habría que pedir por lo penal responsabilidades”. No, de “habría” nada, se piden o no se piden , pero eso de amagar y no pegar no, hay que dejarse de fantasmadas, el “agarra en mi que lo mato” ya está muy visto. Si hay lugar a esa reclamación, sr Presidente lobato, tiene vd la OBLIGACION de hacerlo, de defender los intereses de sus vecinos, lo demás son rabos de gaitas y ganas de dar un titular para que le pongan la foto. Lamento no haber visto las declaraciones del sr Lobato en el caso del chalet de Villaverde, que está en terrenos de Dorrón, y el caso guarda muchas similitudes con lo del cementerio. La valentía solo se supone en la mili, aquí hay que demostrarla. Me queda la duda de que si los terrenos y los chalets del cementerio de Dorrón fuesen de algún promotor de los aledaños hubiese pasado lo mismo y se hubiese movilizado igual el personal. No soy mal pensado, es el desasosiego.