sábado, 13 de noviembre de 2010

Un pan sin dientes

Cuando la pereza entra por la puerta, la motivación salta por la ventana, sobre todo si careces de estímulos externos que te impulsen a que arrojes por la ventana la pereza. Tedio, aburrimiento, situaciones repetitivas que ya de mencionarlas resultan cansinas. Solo una cuestión ha despertado mi interés, y tengo que confesar que ha sido inducido en el transcurso de una animada conversación aderezada con unos capuchinos sublimes.
Está en boca de todos y en papeles e imágenes el importante descubrimiento arqueológico de A Lanzada. Hay que dejar trabajar con calma a los buscadores de ese eslabón perdido. Me descorazonó en una visita no guiada que hice al lugar. La gente ignoraba las vallas y entraba al recinto como perico por su casa ni vigilancia que se lo impidiese, Me extrañó que tratándose de algo tan importante estuviese al alcance de cualquiera, sin nadie que vigilase. Ya me había olvidado que la Historia y la Cultura no da votos, por lo que su importancia se desvanece más allá de la fotografía de rigor. No hay mañana después de la foto.
Bueno, no dará votos, pero si puede dar algo muy necesario en estos tiempos:euros. Claro que hace falta imaginación y ponerse a pensar en algo no rutinario ni encasillado. Un ejemplo. Si vas a alguno de los vestigios de castros celtas que se encuentran en nuestra provincia, te encuentras con que para pasar tienes que pagar 50 centimos por persona, y te dan un mapa explicativo de lo que vas a ver.
A Lanzada es un lugar que encierra multitud de creencias y leyendas, desde el rito de las nueve olas hasta la leyenda de los túneles a Ons…. Todo eso se podría aprovechar para montar a su alrededor un espectáculo que lo convirtiesen en un lugar de obligada visita más allá de la Romería del último domingo de Agosto y de la Fiesta de la Ostra.
Hablo de merchandaising, hablo de representaciones del tipo de la romería vikinga, hablo de crear a su alrededor un halo de interés turístico donde se mezclen historia y leyenda. Hablo de un entorno que se podría convertir en un inmenso teatro de la Historia y la Mitología, adornarlo con un entorno creado de viejas artes de pesca, se podría hasta vender embotellada el agua milagrosa de las 9 olas.
Y seguro que a partir de este esbozo se pueden plantear más historias. Lo tenemos ahí delante, pero como siempre alguien foráneo vendrá y lo aprovechará. Bien cierto es que Dios le da pan a quien no tiene dientes.
A ver si en el próximo Fitur podemos vender algo nuevo y nos dejamos de los típico tópicos de siempre.Tok,tok,tok: Concello, Cets, políticos que gobiernan y que aspiran a gobernar ¿Hay alguien ahí?