Regenerando

La promesa del presidente de la Xunta de regeneración democrática se van hundiendo ante la avalancha de datos de corrupción que genera el PP, su partido. Como candidato se dio prisa en cesar a un fichaje estrella de Orense por evasión de impuestos, ahora como Presidente se niega a cesar al Delegado de la Xunta en Ourense que ha sido condenado judicialmente por fraude de fondos. Esto se llama poner al lobo a cuidar el rebaño de ovejas, y sobre el horizonte sobrevuela la figura de Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente como sospechoso de vulnerar la Ley de Incompatibilidades. Mal comienzo, pide cien días y a la mitad ya tiene más oscuros que claros.
El Presidente anunció como candidato su ayuda al sector de la automoción, y ahora que se establece un Plan de ayudas entre gobierno Central, fabricantes y Comunidades Autónomas, la Xunta no tiene claro aportar los 500 euros que le corresponderían. Ya tiene la excusa de los supuestos 600 millones de desfase. Esto es una prueba más de lo mentirosos y falsos que son los políticos, prometen el Lucero del Alba y no tienen en cuenta como van a dotar presupuestariamente sus promesas. Primero prometen, sin saber si tienen fondos para eso o no, luego culpan a quien sea, y al final intentan que el Gobierno Central asuma lo que prometieron y no pueden cumplir. Vergonzoso.
Plan del litoral, Feijóo candidato promete tenerlo listo en 6 meses. Feijóo Presidente anuncia que un año. Ya veremos. Ya está incumpliendo el famoso contrato que firmó con Galicia por todas las esquinas.
Eso sí, centra todos sus esfuerzos en política lingüística, debe ser este uno de los asuntos que preocupa a los gallegos, por encima de la crisis y el paro. Ya está poco crispada la sociedad que hay que crisparla más con absurdos debates sobre lenguas. Estos como Franco, para que no se hable de política, toros y fútbol. Sus aliados , Galicia Bilingüe ya hablan de incumplimiento de compromisos y de decepción.
Mal pinta esto en Galicia como mal pinta en España. La supuesta alternativa a Zapatero, Mariano Rajoy, en un momento duro para el gobierno sale vapuleado del debate del estado de la nación, demostrando una incapacidad alarmante para reaccionar al discurso del oponente. Es como lo del “repelente niño Vicente” que todo lo sabe y todo lo entiende cuando lee su guión, pero de ahí no lo apartes.
La misma ausencia de reflejos que está teniendo con Camps. No se entiende como con otros aforados imputados se pasa la cuchilla y con este no, y todos están en el mismo caso, son imputados, porque de momento no están condenados. Doble vara de medir que le va a pasar factura, porque si no es capaz de dirigir con mano firme su partido ¿Cómo va dirigir un país?, no se puede estar eternamente jugando a la contra, criticando los errores o los no errores del adversario, esto a los ciudadanos nos cansa, queremos más soluciones y menos charla, como en nuestro Sanxenxo, queremos más inversiones y menos planes de marketing.