Mal empezamos

Pasada la primera criba de la presentación parcial o total de las listas que van a competir por la Alcaldía, ya se pueden sacar algunas conclusiones y hacer algún análisis. Sin lugar a dudas, la lista que más expectación aglutinó, la de más quinielas hechas con sus componentes, fue la del partido que gobierna, el PP, por todo lo que ha rodeado y rodea a este partido.
Ni los militantes más veteranos recordaban lo que era un comité electoral, acostumbrados al dedazo supremo, esta vez se formó uno, lo que no quiere decir que haya sido un proceso más democrático ni más abierto, ya que este comité ha estado formado por la vieja guardia, y todos afines a Catalina, pero bueno, por algo se empieza.
Lo cierto es que han empañado esa imagen de claridad que querían dar porque han empezado mintiendo. A veces cuando se dan demasiadas explicaciones se acaba metiendo la pata, y así ha sido en dos cuestiones. La primera en la de justificar la defenestración de Casal justificándola con el peregrino argumento de que se había decidido prescindir de los que llevaban 8 años. Las normas se hacen para todos, no vale poner un límite de velocidad de 110 km/h para todos excepto para pelirrojos. O si o no, nada de rollos baratos, es más honesto reconocer que debido a su alto grado de enfrentamiento, ni Casal quería ir con Catalina ni Catalina quería a Casal, aunque posteriormente Casal diese marcha atrás y manifestase voluntad de continuar. La que no cedió fue la Grande, y lo veo lógico, un candidato debe estar rodeado de personas de su máxima confianza.
No pasa nada con reconocerlo, si total todo se acaba sabiendo. La excepción hecha con Paz, que también lleva 8 años deja entrever una falta de valor en cargarse a una senadora, un no querer tensar más la cuerda con la provincial o simplemente temor a lo que pudiese largar si la defenestraban.
Sin olvidar que Paz tiene su tirón y no conviene debilitar más el granero de votos ante la sangría que ya se presupone. Mucho han presionado Telmo y Louzán, aunque sin éxito en algunas cuestiones, como la de cargarse a Salvador, como para darles la bofetada con Paz. Y estratégicamente tampoco no es un mal movimiento, ya que ante un posible pacto con otro grupo para conservar la Alcaldía, se presume una salida de Catalina y Paz como Alcaldesa coaligada.
Obviamente Catalina no podría gobernar en minoría, ya que no le iban aprobar sueldos ni dedicaciones para cumplir las promesas que ha tenido que hacer a integrantes de su lista. Prácticamente tendría muy oscura la posibilidad de pacto con nadie, por lo que sabe perfectamente que o gana por mayoría absoluta o ya puede pactar una honrosa salida hacia la Xunta o la Diputación, ese oscuro ente que está para albergar casos como los de Catalina, como ya ha hecho con otros ilustres que han pasado por la política de Sanxenxo, ese ente que de 153,2 millones de euros de presupuesto ha destinado a servicios públicos el 3,4 %, unos 5,3 millones, un ente que por cada 8 euros que gasta en personal, gasta 1 en costear prestaciones básicas.
Para finalizar, un recuerdo a los que han querido y no ha podido ser, a los que han luchado por crear asociaciones que les catapultasen o los que torpemente se autopublicitaban como seguro gran fichaje de Catalina. Otra vez será. Los fenómenos, por desgracia ya solo se dan en forma de fenómenos naturales, que suelen acarrear desgracias, por eso los partidos cada vez más huyen de los fenómenos, aunque alguno hay, pero eso ya es cuestión futura