Este verano que no está siendo bueno en muchos aspectos, de vez en cuando nos aporta imágenes bonitas, pero la mayoría suelen ser detestables.
Se me ha revuelto el estómago al ver la fotografía de nuestra Alcaldesa esplendorosa en su inmensa humanidad y sonriente a más no poder en una pose con cuatro ancianos. Uno de ellos, sujeto con un arnés a una silla, parecía a punto de caerse de ella, los otros tres presentaban un aspecto similar, en mayor o menor grado. Detrás, Paz con mejor compostura y seria, y a su lado Catalina la Grande tronchándose de risa. Me parece una falta de respeto, de tacto, de saber estar, de humanidad, de todo. No se puede estar en esa foto con ese aire festivo, hay que tomarse las cosas en serio, y cuando son personas dependientes, aún más.
Tengo la sensación que esta mujer ha perdido el norte total y definitivamente, que le da igual tres que treinta y tres, y que se ríe hasta de los dependientes como se ríe del resto del mundo, su sueldo de administrativa se lo permite.
Supongo que saldrán los de siempre a defender lo indefendible; me da igual, a mi esto me da enojo, por no decir asco. No vale todo para salir en la foto. La única que ha salido con decoro es Paz, de lo que me alegro, que por lo menos alguien del gobierno municipal empiece a mostrar cordura y savoir faire.
Otra página demencial es la de la Policía Local, nuestro insigne cuerpo de seguridad local, que cada vez coge a los auxiliares de verano más jóvenes y más ineptos. Es vergonzoso lo que se ve diariamente en nuestras calles. Pero más vergonzoso ha sido lo de este fin de semana. Varios agentes escondidos entre matorrales, como si fuesen cazadores de jabalíes, esperando que llegasen los del botellón para abalanzarse sobre ellos, acompañado por las sirenas y los derrapajes de dos coches policiales. Una imagen típica de las películas americanas, nuestros rambos particulares a la caza de los vietnamitas que beben de la litrona. A lo mejor deberían vigilar con más afán a los que cobran por un chupito 5,5 euros, esos que si se van a cargar el turismo y que les da igual porque no viven de esos negocios, sino que invierten en ellos, y que les va dar igual que los turistas vengan o no.
Es inadmisible que a un chaval que sale de un local con el v aso en la mano a hablar por el movil lo identifiquen y lo sanciones. Basta ya de medidas represivas.
No sé si pretenden cargarse las concentraciones de jóvenes, pero deberían tener en cuenta que han sido los que han salvado este mes de Julio a muchos establecimientos. Los vamos aburrir y se van a ir a otro lado, ya veremos entonces cuantos establecimientos terminan cerrando sus puertas. Hipocresía es lo que sobra, como la de la que denunciaba la movida y vendía hielo y litronas en su chiringuito.
Voy a dejarlo aquí porque la verdad es que estos temas me han cabreado mucho, no sé lo que se pretende o lo que se quiere conseguir, a ver si los picos de oro de Angel y Salvador nos aclaran algo
lunes, 27 de julio de 2009
miércoles, 15 de julio de 2009
Politicas sociales
Casi ni ha comenzado el verano y ya empiezan a detectarse tensiones y preocupaciones serias. Una de ellas es la de los famosos contratos tan aireados por el equipo de gobierno para que los afortunados ciudadanos disfrutasen de un trabajo de pocas horas y pocos días y así pudiesen acceder a otro. Vamos, fomentando el pluriempleo y los contratos basura..
Resulta que el criterio que se ha seguido, para variar, ha sido el del enchufismo más puro. No se han tenido en cuenta situaciones familiares, cargas, edades, etc. Se ha contratado personas de otros municipios a través del Inem, y se ha dejado desprotegidas a varias familias del nuestro. Personas con la pareja sin empleo, con hijos, han visto como se les contrataba por 2 meses trabajando de lunes a jueves durante cuatro horas. Otros, sin oficio ni beneficio, que viven en el hogar paterno/materno, que ni estudian ni trabajan, que no son ni mucho menos empleados ejemplares y a los que ninguna empresa hace hueco en su plantilla, se han visto premiados con contratos de hasta seis meses, de los cuales faltarán muchos días, sobre todo los lunes. De esos que a las once los encuentras con ropa de trabajo haciendo cola en un supermercado cogiendo el bocadillo y la cerveza mientras el resto de la cuadrilla lo espera sentados a la sombra. Esta es la realidad que vemos día a día en las calles, en las playas y en la limpieza, y luego presumimos de política social. Lo de siempre, muchas bonitas palabras y después nada. No se entiende que de una unidad familiar con un miembro en paro se le dé trabajo de media jornada a uno y en otros casos trabajen hasta dos o tres miembros de la unidad. Se les dice que pueden tener otro trabajo. Menudo favor, si trabajas en dos empresas, el hachazo que te mete hacienda en la declaración es tremendo. A menos que se pretenda que sean trabajos sin contrato, economía sumergida. Esta debe ser la apuesta de Catalina la Grande y su equipo por el fomento del empleo de calidad. Vergonzoso.
Otro tema preocupante es el de Armarios Alonso. Después de tantas vueltas, de tantas buenas intenciones, resulta que los empleados se van a quedar en la calle y por encima no cobran. Es una muestra más de cómo muchos empresarios rentabilizan la crisis, aprovechan para cerrar sus empresas y disfrutar de su jubilación con su patrimonio a buen recaudo. Lamentablemente se veía venir, era forzar mucho las situaciones para que no tuviesen solución, dejar que todo se fuese pudriendo hasta que todo el cesto estuviese liquidado. Es significativo que tanto Seguridad Social como proveedores estén al corriente de pagos y que solo sean los empleados los que paguen el pato.
Ahora asistiremos al circo mediático de todos los políticos intentando solucionar lo que ya no tiene solución. Otra pena
.
Resulta que el criterio que se ha seguido, para variar, ha sido el del enchufismo más puro. No se han tenido en cuenta situaciones familiares, cargas, edades, etc. Se ha contratado personas de otros municipios a través del Inem, y se ha dejado desprotegidas a varias familias del nuestro. Personas con la pareja sin empleo, con hijos, han visto como se les contrataba por 2 meses trabajando de lunes a jueves durante cuatro horas. Otros, sin oficio ni beneficio, que viven en el hogar paterno/materno, que ni estudian ni trabajan, que no son ni mucho menos empleados ejemplares y a los que ninguna empresa hace hueco en su plantilla, se han visto premiados con contratos de hasta seis meses, de los cuales faltarán muchos días, sobre todo los lunes. De esos que a las once los encuentras con ropa de trabajo haciendo cola en un supermercado cogiendo el bocadillo y la cerveza mientras el resto de la cuadrilla lo espera sentados a la sombra. Esta es la realidad que vemos día a día en las calles, en las playas y en la limpieza, y luego presumimos de política social. Lo de siempre, muchas bonitas palabras y después nada. No se entiende que de una unidad familiar con un miembro en paro se le dé trabajo de media jornada a uno y en otros casos trabajen hasta dos o tres miembros de la unidad. Se les dice que pueden tener otro trabajo. Menudo favor, si trabajas en dos empresas, el hachazo que te mete hacienda en la declaración es tremendo. A menos que se pretenda que sean trabajos sin contrato, economía sumergida. Esta debe ser la apuesta de Catalina la Grande y su equipo por el fomento del empleo de calidad. Vergonzoso.
Otro tema preocupante es el de Armarios Alonso. Después de tantas vueltas, de tantas buenas intenciones, resulta que los empleados se van a quedar en la calle y por encima no cobran. Es una muestra más de cómo muchos empresarios rentabilizan la crisis, aprovechan para cerrar sus empresas y disfrutar de su jubilación con su patrimonio a buen recaudo. Lamentablemente se veía venir, era forzar mucho las situaciones para que no tuviesen solución, dejar que todo se fuese pudriendo hasta que todo el cesto estuviese liquidado. Es significativo que tanto Seguridad Social como proveedores estén al corriente de pagos y que solo sean los empleados los que paguen el pato.
Ahora asistiremos al circo mediático de todos los políticos intentando solucionar lo que ya no tiene solución. Otra pena
.
miércoles, 8 de julio de 2009
Pinochos
Hace aproximadamente un año se levantó una gran polémica por la presencia de feriantes y ambulantes que dejaban sus caravanas en La Vichona. Protestas vecinales, de asociaciones, de particulares, denuncias de pérdidas de materiales perecederos por problemas con el suministro eléctrico.....Desde el Ayuntamiento se mantuvieron reuniones a diestro y siniestro, y se prometió buscar una nueva ubicación, incluso se llegó a anunciar que ya se sabía cual era pero que no se hacía pública. Todos contentos, pero de pronto comienza este verano y contemplamos con estupor que la nueva ubicación para las caravanas de los ambulantes es LA MISMA de años anteriores. ¿Qué ha sido de esa misteriosa nueva ubicación consensuada con los vecinos? ¿Qué va pasar este verano?. De nuevo esta Corporación demuestra una incapacidad y una falta de credibilidad sin comparación posible. Han tenido todo un año, prometieron que estaba solucionado y ahora esto. Espero las declaraciones al respecto de Angel, o de Paz o de quien sea, que digan lo que sea o que callen pero que no sigan mintiendo y engañando de esta manera.
domingo, 5 de julio de 2009
El botellón
He leido durante el fin de semana las noticias sobre las futuras medidas contra el botellón en Sanxenxo, y las declaraciones de Salvador Durán. Yo no sé si este chico tiene envidia de Angel y compite con el en a ver quien dice la burrada más grande.
No entiendo que habiendo todo el invierno para eso se espere la llegada del verano para poner en marcha medidas restrictivas. El tema del botellón es muy complejo, tanto que políticos del mismo signo no se ponen de acuerdo en la forma de tratarlo en las diferentes ciudades. Pero eso no me interesa, me interesa Sanxenxo, y me refiero a municipio. No existe botellón en Noalla, Vilalonga,Nantes, Dorrón, Bordóns ni en San Xinés, solamente en Portonovo y alrededores.
Por el motivo que sea, los jóvenes han elegido ese punto de encuentro, porque es una clásica zona de movida, porque tiene más discotecas, más pubs, más burguers o lo que sea. El Puerto Deportivo de Sanxenxo, se ha consolidado como el centro de la movida pija y de más elevado caché económico, allí se pagan por las copas 7 y 8 euros, el posturno tiene su precio.
Los más jóvenes, quizás con menos recursos, han optado por la litrona de supermercado, la botella de refresco de litro y medio y las botellas de alcohol pagadas a medias y consumidas en vaso de plástico. En esa zona se reúnen jóvenes de muchos lugares de Galicia, que consumen en los burguers, alquilan habitaciones o pueblan los cámpings. Más o menos pero dejan dinero en los negocios del pueblo.
Ahora pongamos que nos cargamos eso y nos quedamos con el turismo que viene a descansar y a disfrutar de nuestras playas, esos que vienen y dejan el coche aparcado toda la quincena en nuestras calles, que van a algún restaurante la víspera de marchar y que piden muy poquito porque ya están llenos de tanto marisco que han comido (mejillones de lata y sardinillas), ese turismo del Lacoste falsificado que recorre el paseo de Silgar 5 ó 6 veces al día con las manos en los bolsillos o que se sientan en la terraza del Marycielo durante dos horas con un café o una agua para compartir. Esos que protestan por el ruido y que se quejan de que hay pocos espectáculos gratuitos. Esos son los que tenemos que proteger.
Es muy fácil cargarse algo en vez de pensar una alternativa, como la de buscar un lugar (como se hace en Pontevedra), o no andar como mosca cojonera encima de los locales (no de todos) para que cierren, con lo que se consigue que los que deberían estar en los locales están en la calle destrozando mobiliario urbano y haciendo más ruido. Se debería hablar con los locales para que pusiesen precios razonables, que no sirviesen a menores, y perseguir a los que trapichean y trafican con la anuencia muchas veces de los que velan por la seguridad supuestamente. Se pueden ofrecer soluciones racionales en vez de reprimir, al fin y al cabo el botellón es un fenómeno social, con el que no estoy en desacuerdo ni lo defiendo, simplemente está ahí, es una moda como tantas otras, ni mejor ni peor.
Lo que está claro es que vivimos del turismo, que dura 2 meses como mucho, que ofertamos lo que ofertamos porque nadie se preocupa de cambiar. Si lo que tenemos nos lo cargamos sin ofrecer nada a cambio lo llevamos crudo, y ya no están los tiempos para tirar nada. Esto hay que planificarlo con tiempo, porque si lo que queremos es que miles de jóvenes dejen de venir es muy fácil, si se van a otro sitio, y se irán, a ver lo que pasa y si no nos tiramos de los pelos. Sabremos mucho de piensos y de redes, pero de turismo ni idea, a pesar de tener un ente y una concejala con dedicación exclusiva.
No entiendo que habiendo todo el invierno para eso se espere la llegada del verano para poner en marcha medidas restrictivas. El tema del botellón es muy complejo, tanto que políticos del mismo signo no se ponen de acuerdo en la forma de tratarlo en las diferentes ciudades. Pero eso no me interesa, me interesa Sanxenxo, y me refiero a municipio. No existe botellón en Noalla, Vilalonga,Nantes, Dorrón, Bordóns ni en San Xinés, solamente en Portonovo y alrededores.
Por el motivo que sea, los jóvenes han elegido ese punto de encuentro, porque es una clásica zona de movida, porque tiene más discotecas, más pubs, más burguers o lo que sea. El Puerto Deportivo de Sanxenxo, se ha consolidado como el centro de la movida pija y de más elevado caché económico, allí se pagan por las copas 7 y 8 euros, el posturno tiene su precio.
Los más jóvenes, quizás con menos recursos, han optado por la litrona de supermercado, la botella de refresco de litro y medio y las botellas de alcohol pagadas a medias y consumidas en vaso de plástico. En esa zona se reúnen jóvenes de muchos lugares de Galicia, que consumen en los burguers, alquilan habitaciones o pueblan los cámpings. Más o menos pero dejan dinero en los negocios del pueblo.
Ahora pongamos que nos cargamos eso y nos quedamos con el turismo que viene a descansar y a disfrutar de nuestras playas, esos que vienen y dejan el coche aparcado toda la quincena en nuestras calles, que van a algún restaurante la víspera de marchar y que piden muy poquito porque ya están llenos de tanto marisco que han comido (mejillones de lata y sardinillas), ese turismo del Lacoste falsificado que recorre el paseo de Silgar 5 ó 6 veces al día con las manos en los bolsillos o que se sientan en la terraza del Marycielo durante dos horas con un café o una agua para compartir. Esos que protestan por el ruido y que se quejan de que hay pocos espectáculos gratuitos. Esos son los que tenemos que proteger.
Es muy fácil cargarse algo en vez de pensar una alternativa, como la de buscar un lugar (como se hace en Pontevedra), o no andar como mosca cojonera encima de los locales (no de todos) para que cierren, con lo que se consigue que los que deberían estar en los locales están en la calle destrozando mobiliario urbano y haciendo más ruido. Se debería hablar con los locales para que pusiesen precios razonables, que no sirviesen a menores, y perseguir a los que trapichean y trafican con la anuencia muchas veces de los que velan por la seguridad supuestamente. Se pueden ofrecer soluciones racionales en vez de reprimir, al fin y al cabo el botellón es un fenómeno social, con el que no estoy en desacuerdo ni lo defiendo, simplemente está ahí, es una moda como tantas otras, ni mejor ni peor.
Lo que está claro es que vivimos del turismo, que dura 2 meses como mucho, que ofertamos lo que ofertamos porque nadie se preocupa de cambiar. Si lo que tenemos nos lo cargamos sin ofrecer nada a cambio lo llevamos crudo, y ya no están los tiempos para tirar nada. Esto hay que planificarlo con tiempo, porque si lo que queremos es que miles de jóvenes dejen de venir es muy fácil, si se van a otro sitio, y se irán, a ver lo que pasa y si no nos tiramos de los pelos. Sabremos mucho de piensos y de redes, pero de turismo ni idea, a pesar de tener un ente y una concejala con dedicación exclusiva.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)