Motores encendidos

Pasado el circo de la confección de las listas, pasamos de lleno al carnaval de la campaña. Todo sigue el guión previsto, las listas no se hacen con los mejores, sino con los de peso específico, de los enchufados de los pesos pesados que manejan las cuerdas entre bambalinas… Navajazos, juego sucio, presiones. Ya está, ahora a currar, incluso los cabreados, que si no han entrado ahora tampoco se van a quedar fuera de la pomada para situaciones futuras.

El PP ha sudado como siempre para colocar a los de siempre y contentar a todos, tiene que seguir cargando con la cruz de un candidato que destila cualquier cosa menos carisma, que es más soso que un menú hospitalario, y que por encima no manda ni en su propio partido. La imagen con la manguerita apagando las llamas sin despeinarse ni ensuciar su ropita de marca da una imagen patética de frivolidad y de ignorancia supina. Me da que fuera de su partido no transmite la más mínima credibilidad, y dudo que dentro de su partido lo haga, su mayor mérito es ser amigo de Rajoy y dejarse manejar por los barones del partido. Me da que no marca ese plus de calidad, esa diferencia que deben marcar los líderes, y me da que va seguir donde está si no le hacen la cama, porque en estas elecciones Feijóo se juega más que ser Presidente de la Xunta, se juega su futuro en el partido. La sombra de don Manuel sigue siendo muy alargada.

El PSOE cuenta con la ventaja (que es más ventaja de lo que parece) de contar con el Presidente. Soso, muy tecnócrata y nada sobrado de carisma, su gran mérito ha sido durante estos cuatro años que sin hacer nada del otro jueves, no ha hecho ninguna pifiada espectacular, y cada vez da más imagen de Presidente. Su experiencia tapa muchas de sus carencias, y lo primordial es que sin haberlo hecho muy bien, no lo ha hecho mal. Además ha sabido capear el temporal de la agitación de sus socios de gobierno, y lo ha hecho francamente bien a mi juicio, a lo mejor con otro Presidente y otro talante se hubiera dinamitado el bipartito, porque, y que nadie se ofenda, gobernar con el BNG es muy muy complicado. A mi juicio ha estado en plan presidencial, sin estridencias, sin dar grandes titulares, enfriando temas que se ponian muy candentes, y ha logrado dar una estabilidad importante a su partido y asumir un liderazgo . Si le sumamos lo importante de la maquinaria electoral cuando se está gobernando, pienso que tiene posibilidades serias y reales de subir en votos y representantes.

El BNG ha realizado un gobierno paralelo dentro del gobierno, y a veces le falta un mucho de lealtad con sus socios de gobierno, se maneja bien en la guerra subterránea y en la guerrilla (dialéctica y democrática): Su lider, Quintana, ha mimetizado lo más populista de la era Fraga, y lo mismo le da marcarse un chotis con los jubilados (donde está aquello que tanto criticaba el BNG en la oposición de la utilización de los mayores), que montar pulpadas al más puro estilo pepero, que montar el chiringuito en Sudamérica y luego venir a Galicia a criticar el voto inmigrante, eso sí, durante 4 años de Vicepresidencia no hizo nada para modificarlo, ahora en campaña ño critica, al tiempo que procura sacar el máximo provecho de el.

Tengo la impresión que el concurso eólico le va pasar factura durante la campaña, le van a sacar trapos más o menos sucios, así como su gestión de la Cidade da Cultura, que tanto criticó y luego tan mal gestionó, y es algo que con la cabeza de la Conselleira Bugallo al más puro estilo Juan Bautista no se mitiga.

A mi entender, el panorama no va sufrir modificaciones sustanciales, por muchos factores, y pienso que va subir ligeramente el PSG,y van a bajar PP y BNG.

Los experimentos tipo UPyD y similares pienso que no van a tener arraigo en un sitio como Galicia con el voto tan focalizado, y buscar el voto de los descontentos no es suficiente. Creo que la ideología tan confusa de Rosa Díez, que no nos olvidemos salió escaldada del PSOE por su proximidad a María San Gil, el ultimo fichaje aznarista, no encaja en la mentalidad gallega.

La posible coalición Terra Galega-Partido Galeguista, está mutilada en su nacimiento por las batallas internas de ambas formaciones, una en los juzgados, con dos corrientes y la otra, el Partido Galeguista también muy dividido y con luchas internas según se puede observar en las páginas web de ambas formaciones. Y el ciudadano se hace una reflexión muy simple : “si unos que no mandan en nada, no se ponen de acuerdo entre ellos,¿Cómo van a gobernar a los demás?, y si ahora que no son nada se tiran a la yugular entre ellos, el día que gobiernen, hay tiros”.