Como siempre

Dicen que la Policía Local de Sanxenxo disolvió más de 40 botellones ilegales en dos semanas. No sabía yo que los botellones se dividían en legales o ilegales, o que no existiese una normativa que impidiese el consumo de alcohol en la calle. Podría haber dicho 10 o 140, me lo hubiese creído igual si no hubiese asistido in situ al siguiente hecho: calle céntrica y concurrida de Sanxenxo, a eso de las 3 de la madrugada, un grupo de chicos y chicas, alrededor de una docena están sentados en la acera y encima de algún coche mientras hacen botellón. De repente llega un coche de la Policía Local con dos agentes, al minuto llega otro con las luces azules encendidas. Maniobra brusca, estacionamiento al más puro estilo “Corrupcion en Miami”. Se bajan a la carrera los cuatro agentes y cruzan la calle rápidamente…..directos a un expendedor de refrescos y cajero de videoclub. Los jovencitos permanecen impasibles hasta que los agentes vuelven a subir a sus coches y desaparecen rápidamente, supongo que irían a disolver un botellón ilegal y aquel era legal. Esto lo vimos 5 personas, y esta es la realidad, lo demás son milongas para la propaganda y sandeces para las estadísticas.
Me extrañó que los jóvenes hiciesen allí su botellón , más que nada porque estaban al lado de contenedores a rebosar, bolsas por el suelo, bueno lo más cotidiano de este verano, el peor que recuerdo en cuanto a la recogida de basuras. Bien es cierto que los ciudadanos, algunos, no colaboran mucho, pero ya va siendo hora que se fijen unos horarios para depositar las bolsas, como tiene sin ir más lejos Pontevedra.
La improvisación siembra estos vientos y recoge estas tempestades, el dejar tanto tiempo el servicio fuera de la legalidad, los intereses bastardos en la adjudicación del nuevo contrato, han traido este caos, este verano que se recordará como el más sucio de Sanxenxo.
Este verano, digan lo que digan las estadísticas del CETS, ha sido flojo, quizás no tanto en el número de visitantes, quizás les haya ido bien a los hiper, pero a los negocios de restauración y de ocio, no creo que les haya ido tan bien, a pesar de que el tiempo ha sido inmejorable, por lo que no caben excusas. La crisis se nota y mucho.
Y nuestro Concello, que se gasta lo que se gasta en promoción turística, permite que los clubes de fútbol para financiarse lleven a cabo unas “ferias gastronómicas”. El que tiene el local aquí, que paga sus impuestos, tiene que sortear a la crisis y a la competencia desleal de este tipo de eventos. Porque si han asistido 500 personas, son 500 personas que han dejado de ir a un restaurante o a un asador o a una hamburguesería. Y nuestro Gobierno lo bendice. Penoso, por parte del gobierno y de los hosteleros, que por detrás se quejan y por delante se la envainan y como borreguitos a colaborar en lo habido y por haber. Y los clubes de fútbol que captan ingresos de la hostelería, a fichar jugadores, entrenadores, a no pagar a la Seguridad Social, vamos, lo mismo que se le permite a un autónomo.
Bochornoso lo de la famosa acampada, y bochornoso lo de los vecinos, que año tras año se dejan engañar, y que mucho ruido y al final a tragar y asistir a las pulpadas cuando llamen. ¿Cómo se puede ser tan pardillo durante tantos años? ¿alguien preguntó un mes antes de las fiestas dónde se iban a poner los de la feria con sus caravanas?. Al final todos hacen el paripé. Todos los años lo mismo, las mismas amenazas ¿ quién se las cree? Ya ven el caso que les hacen.