Blanca Navidad

Blanca Navidad, tiempo de paz y de sosiego, de entrañables reencuentros, de emociones. Tiempo de reflexión y meditación.
En Sanxenxo,y me imagino que en el resto del país, son unas Navidades distintas, austeras que dirían algunos, pero la verdad es que no se ve la alegría de antaño por las calles, el consumo se ha frenado de manera espectacular, digan lo que digan.
Hemos vivido con expectación la formación del nuevo gobierno, y la verdad es que no ha deparado grandes sorpresas, quizás la de Ana Pastor en Fomento. Tampoco no es que tengan el listón muy alto, a poco que hagan algo mejorarán sin duda a sus predecesores. Nunca la clase política había tocado tanto fondo, que personajes como Leire Pajín o Sinde hayan sido ministras dice mucho de lo que hemos sufrido y padecido. Y algunos no han aprendido nada, es inconcebible que personajes como Rubalcaba, Chacón, Caamaño y cía, baluartes del último y desastroso gobierno sean los que quieran construir un nuevo futuro, ellos que lo han destruido. No están legitimados para pilotar un futuro aquellos que han sido culpables directos de la sangría de votos con sus haceres o con sus apoyos a medidas incongruentes.
Pero clara, en Galicia tenemos un claro ejemplo del oportunismo, de la jeta más dura que se recuerda, del descaro del que quiere seguir viviendo de la política per século seculorum, del fiel representante de la pantomima más vergonzante: Modesto Pose.
Se atreve a pedir explicaciones a su secretario general, Pachi Vázquez de la pérdida de votos en Galicia, pero elude su responsabilidad de la pérdida de 100 mil votos en Pontevedra, donde es secretario provincial. Este mismo personaje que defiende a capa y espada el poder tener y acaparar varios cargos, el que aseguró que si perdía en Vilagarcía dejaba la secretaría provincial, para después desdecirse en el colmo de la desfachatez y decir que habia perdido porque no lo conocían. Yo creo que fue precisamente por lo contrario, que perdió porque lo conocen. Quiere que Pachi abra un debate, el mismo debate que se niega a abrir en la provincial, por eso se le ha ido un baluarte como la alcaldesa de Silleda.
Si estos personajes representan el futuro del PSOE, que duda cabe de que tenemos gobierno del PP para mucho.
En Sanxenxo tenemos una fotocopia de lo mismo, una persona que está al frente de la agrupación , que cosecha derrota tras derrota, pérdida de votos tras pérdida de votos, que se le van compañeros hartos de su soberbia y de su actitud más enfocada a otros lares que no a Sanxenxo, protegida por el nefasto Pose, que si sobrevive a la sacudida que se le avecina la catapultará a diputada, como la catapultó a su puesto de trabajo, porque esta es una simbiosis perfecta, medraje a cambio de fidelidad total.
Mientras tanto Sanxenxo sufre una falta de oposición total, una ineptitud y una ineficacia absoluta. Tras las elecciones centró todos sus esfuerzos en atacar a Rodríguez y su sueldo, como si el suyo no fuese más espúreo, lo que pasa es que se le han acabado los argumentos, hasta ahora Rodríguez a sido fiel a su programa, y lo que ha hecho hasta el momento justifica su sueldo.
Tras tanta fogosidad, se acabaron los argumentos y empezamos con el acoso a los vecinos en forma de denuncias. Le voy a dar un ejemplo de su ineptitud: tras ser nombrada alcaldesa de Madrid, Ana Botella ha tomado la medida de facilitar las licencias a todas aquellas actividades que no precisen informe medioambiental. En Sanxenxo, el PSOE pide que no se dejen realizar obras menores hasta que tengan la licencia definitiva, cuando lo adecuado sería pedir que se agilizase el proceso de concesión de licencias, sobre todo ahora que la gerencia no desborda en trabajo. No, aquí se le ponen más dificultades al que puede y quiere gastarse los pocos euros que hay en hacer algo. Eso y perseguir obras para denunciar es lo que quiere hacer un partido que algún día quiere gobernar. Bueno lo que quiere o lo que sabe. Triste, muy triste, casi como esta Navidad.